¿Qué es una peshtemal?

Un peshtemal, también conocido como toalla hammam o toalla turca, es una toalla de algodón tejida plana con importancia histórica en la cultura otomana. Los peshtemals, utilizados tradicionalmente en los baños turcos (hammams) para cubrir y secar el cuerpo, han evolucionado para cumplir diversos propósitos en los tiempos modernos.

En entornos contemporáneos, los peshtemals han llegado a hogares, playas, gimnasios y otros lugares debido a su versatilidad. Sirven como mantas para sofás y camas, artículos esenciales para viajar debido a su ligereza e incluso sirven como elegantes chales. El atractivo de los peshtemals radica en su practicidad, lo que los hace aptos para su uso en cualquier momento y en cualquier lugar.

Las toallas hammam AIERIA destacan por su calidad excepcional, atribuida principalmente al uso de algodón turco de fibra larga de primera calidad en su producción. En comparación con el algodón convencional, el algodón turco cuenta con fibras más largas, lo que garantiza una alta absorción de agua y una sensación suave en la piel. Además, el diseño de tejido plano de las toallas de hammam turco facilita un secado rápido, evitando la acumulación de bacterias y los olores. Su respeto al medio ambiente es evidente ya que requieren menos agua, electricidad y detergente durante el lavado.

La característica destacada de las toallas hammam AIERIA radica en el hecho de que cuanto más se lavan, más suaves y absorbentes se vuelven, gracias a la fibra de algodón turco de primera calidad. Estas toallas encarnan todo lo que uno podría desear de una toalla y más.

La producción de toallas de hammam turcas fue históricamente un esfuerzo familiar a pequeña escala y, hoy en día, AIERIA continúa colaborando exclusivamente con fábricas de tejidos artesanales. Estos molinos han mantenido la tradición de utilizar telares manuales o semiautomáticos, y muchos tejedores están oficialmente certificados por su artesanía como patrimonio cultural por parte del Ministerio de Cultura de Turquía.

Por el contrario, desde que las toallas turcas hammam ganaron popularidad en los mercados internacionales, las empresas textiles convencionales han entrado en la industria. Sin embargo, no todos se adhieren a los factores clave de las prácticas tradicionales de tejido y la calidad de las materias primas. Una proporción significativa de ellos opta por el algodón importado y/o regenerado, abandonando el algodón turco de fibra larga, cultivado localmente y conocido por sus excepcionales cualidades. Además, la adopción de telares automáticos añade tensión adicional a los ya de por sí inferiores hilos de algodón, comprometiendo aún más la calidad general del producto. Este compromiso en materiales y técnicas conduce a una disminución en la calidad del producto, lo que resulta en toallas hammam que se desgastan y forman bolitas rápidamente, transformándolas en artículos característicos de la moda rápida, en lugar de piezas duraderas y tradicionales que podrían durar décadas.

Una rápida comparación, incluso en línea, puede revelar las marcadas diferencias entre las toallas de hammam auténticas y las producidas en masa. El grosor de las borlas, por ejemplo, es un signo revelador de la calidad superior del hilo y la técnica de tejido. Un hilo de peso medio es ideal para las toallas de hammam. Este grosor proporciona un buen equilibrio de absorción, durabilidad y suavidad.

Si las borlas parecen demasiado finas, es mejor evitar estos productos, ya que a menudo se producen en masa y pueden carecer de la absorción y durabilidad necesarias.

Las buenas materias primas producen buenos productos finales. Invierta en calidad y obtenga los beneficios.